La domiciliación bancaria, es un método de pago recurrente que se le pasa a los clientes, de tal modo que este se desentiende del pago del importe hasta el vencimiento de la cuota acordada. Para ello, es necesario que dicho cliente autorice al banco sobre el cobro de la remesa al comienzo del ciclo, pero una vez esto esté hecho, no ha de preocuparse de nuevo.
En España, cabe destacar que el método de pago preferido por los españoles es la domiciliación bancaria, según aporta el informe “Los pequeños pagos en España” (Banco de España, 2020), siendo un 45% de la población quienes lo prefieren.
Beneficios de la domiciliación para los clientes:
El principal motivo por el que la gente decide decantarse por ello suele ser el ahorro de tiempo, y que son pagos que destacan por su puntualidad, es decir, el día establecido es el día que se pasa. Además, aunque el cliente no se desentiende por completo (ya que debe tener en cuenta que ha de tener suficiente saldo en su cuenta si no quiere ser agregado a una lista de morosidad), está tranquilo de tener que estar cada cierto tiempo pendiente de ejecutar el pago. Sin embargo, todo esto son beneficios que tienen los clientes y un proceso tan cómodo para ellos, no es siempre tan sencillo como parece para las entidades que los cobran.
Problemas de la domiciliación bancaria para las empresas
Las empresas, al decidir introducir este método de pago, ganan por una parte la satisfacción del cliente, pero puede suponer para ellos muchos quebraderos de cabeza, y es algo que, por lo general, nunca se tiene en consideración. En este artículo, se tratarán de exponer los principales problemas que presentan los negocios a la hora de domiciliar pagos, y de los que no se suele dar voz:
No existe para ellos un ahorro de tiempo
Al igual que los clientes aceptan el pago una sola vez y se desentienden del resto de las operaciones, esto no ocurre en el caso de las empresas, quienes han de estar pendientes mes a mes de descargar la lista de los clientes, revisar los importes a cobrar a cada uno, modificar cambios o variaciones y mandárselos al banco para que este pueda emitir la orden. Esto al final supone un gran consumo de tiempo, sobre todo para empresas con grandes volúmenes de clientes y de periodicidades cortas.
Grandes costes de gestión
Lo que para los clientes es un servicio totalmente gratuito, para las empresas no es así. La domiciliación bancaria, es un método de pago que se puede tramitar de distintas formas, ya bien sea a través del banco, quienes suelen ofrecer un tipo de comisión de entre 0,05 y 0,5€ por recibo, y normalmente este importe varía dependiendo de la cantidad del pago y también se han de tener en cuenta otros costes como pueden ser de mantenimiento. Además, es un precio que no es fijo, y lo que suele empezar siendo un método muy económico, a medida que vas efectuando pagos y va pasando el tiempo, las tasas previamente establecidas comienzan a aumentar.
Por otro lado, están las agencias de gestión de domiciliaciones, quienes a parte de cobrar dependiendo del volumen entre 0,35€ y 0,5€, tienen otra serie de costes adicionales que habría que considerar.
Problemas de devolución de recibos
Es una condición ventajosa que tiene este método de pago que, si lo analizamos, vemos que los principales beneficiarios son los clientes, los cuales no siempre utilizan este punto a su favor con los fines establecidos.
La normativa indica que en caso de que el importe sea erróneo, no haya fondos suficientes en la cuenta o se esté pagando por un bien o servicio del que ya no se está dando uso, el cliente tendrá un plazo de hasta 8 semanas para devolver el recibo. Esto, supone un problema para las empresas, quienes además de no cobrar, deberán de pagar unos gastos de devolución que oscilan entre 2 y el 7% de un importe mínimo por cheque, independientemente de la cuantía. Además, son muchos los que se sienten estafados por este beneficio, ya que los clientes lo que hacen, sobre todo con empresas de prestación de servicios, es utilizarlos durante las 8 semanas de margen, y antes de que venza el plazo les devuelven los recibos de los dos meses.
¿La solución?
Todo esto, ha hecho que cada vez sean mas las empresas que buscan alternativas que, por un lado, ofrecen el mismo servicio a los clientes y, por otro, se puedan ver también beneficiadas. Además, este hecho ha dado pie a que nazcan nuevas empresas de pasarelas de pagos como Ezpays, que bajo la nueva normativa PSD2 que obliga a los bancos a proveer APIs públicas donde pueden conectarse con ellos y proporcionar nuevos modelos de servicios, similares a la domiciliación bancaria, pero ofreciendo una balanza entre los beneficios de los clientes y los de las empresas. Con costes inferiores y fijos a diferencia de las agencias o los bancos, automatización de pagos tanto para clientes como para la empresa, y la eliminación de la posibilidad de devolver recibos, ha hecho que el mundo de la domiciliación bancaria empiece a cambiar.
Bibliografía
Banco de España. (2020). Los pequeños pagos en España. Departamento de sistema de pagos.
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